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Hace relativamente poco, un casino online en Chile podía operar sin problemas con una licencia de un país extranjero. Normalmente lo hacían con licencias a cargo de jurisdicciones con un alto grado de especialización en el sector, por ejemplo las emitidas por la CGC del Chipre o por Curaçao eGaming. Estas son las licencias que se encargan de regular el juego en los principales casinos online a nivel internacional.
Estas jurisdicciones tienen un gran prestigio y hacen muy bien su trabajo de regular los casinos para garantizar que el juego sea seguro. Sin embargo, no dependen de administraciones chilenas, y los casinos registrados en ellas no tributan en nuestro país. Por eso ahora nos encontramos ante un nuevo marco legal donde un casino Chile online tendrá que estar registrado en nuestro país y responder a entidades nacionales como la SCJ.
La primera regulación nacional para los casinos online Chile
Esta nueva ley para regular los casinos online fue aprobada a finales el pasado año y se está implementando gradualmente durante 2024. El motivo por el que es necesario dejar un cierto margen de tiempo entre la aprobación de la ley y su implementación definitiva es el hecho de que el nuevo marco legal requiere de una fuerte inversión por parte de los casinos online que quieran seguir operando en nuestro país.
A partir de este año, un casino online Chile tendrá que pagar una licencia que cuesta unos 75.000 dólares. Este dinero se utilizará para financiar las entidades a cargo de su monitoreo, así como a mejorar las herramientas de abstención del juego y de atención a los jugadores en nuestro país, entre otras cosas. Con esta nueva ley, Chile pasará a tener un control mucho mayor sobre sus casinos digitales, sus juegos y sus ganancias.
Una ley que toma como referencia las leyes europeas…
Antes de la aprobación de este nuevo marco legal, las principales leyes reguladoras de los casinos online eran las europeas. La más destacada era la que garantizaba a la UKGC del Reino Unido las medidas necesarias para regular los casi los digitales en este país. Este marco legal se convirtió en la principal referencia a nivel internacional, y muchos otros países han elaborado sus propias leyes a partir del ejemplo sentado por el Reino Unido.
Este es el caso de la Spelinspektionen en Suecia o la GlüStV en Alemania. Ambas entidades tomaron el ejemplo de la UKGC para regular el juego online en sus respectivos países. Sin embargo, en los dos casos presentan algunas carencias a la hora de considerar el juego online de forma conjunta con los casinos físicos. Por eso, la nueva ley del juego online en Chile está diseñada para mejorar los marcos legales de referencia en Europa.
…pero que va un paso más allá
Mientras que las leyes que regulan cualquier online casino en un país europeo se limitan solamente a los casinos digitales –dejando a los casinos físicos a cargo de otras instituciones–, la nueva ley de online casinos en Chile unifica en una sola plataforma la regulación de todo tipo de casinos en nuestro país, incluyendo en una sola bolsa los casinos digitales y los 25 casinos físicos presentes en Chile.
Esto supone una gran ventaja para los jugadores, porque ahora habrá una única institución a cargo del monitoreo de todos los casinos del país, y, además, esta institución se encargará de ofrecer a los jugadores un sistema de autoexclusión del juego que les permitirá mantenerse al margen de los juegos de azar durante un periodo de tiempo definido por ellos mismos, incluyendo todo tipo de casinos: tanto presenciales como digitales.
Grandes mejoras en materia tributaria
De manera similar, los casinos Chile online regulados por este nuevo marco legal supondrán toda una serie de ventajas para nuestro marco tributario. El Fisco chileno pasará a cobrar un 20% de los beneficios netos de los casinos digitales que operen en nuestro país, lo que se espera que sirva para doblar la recaudación del juego en Chile. Este 20% se paga de manera paralela a la licencia de 75.000 dólares necesaria para operar.
Además, todo casino chileno en línea registrado tendrá que pagar también un 2% de sus ingresos brutos para financiar el deporte nacional. Estos ingresos se destinan a entidades relacionadas con el deporte olímpico nacional, e incluyen una importante fuente de financiación para el deporte paralímpico. Por eso se espera que la regulación de los casinos online en Chile nos ayude a mejorar la inclusividad en el deporte.
Chile se convierte en una referencia a nivel internacional
Los casinos en línea Chile ofrecen a los jugadores un marco legal sin precedentes en nuestro país a la hora de proteger sus derechos cuando juegan online, pero, además, este marco legal pasa a convertirse en una referencia para otros países de la región. Si antes era la UKGC la entidad que marcaba el camino a seguir para otros países, ahora es la SCJ la entidad reguladora que cuenta con las mejores herramientas para proteger a los usuarios.
Chile se convierte en un país pionero en la regulación de los casinos digitales por varios motivos. Uno de los más importantes pasa por aglutinar en una sola institución la regulación de los casinos online y los casinos físicos. Pero, además, también hay toda una serie de previsiones en materia tributaria destinadas a mejorar la calidad de vida de nuestra ciudadanía a partir de un fuerte incremento en la recaudación de estos casinos digitales.
La responsabilidad en el juego sigue dependiendo de ti
Gracias a las nuevas atribuciones de la SCJ, jugar en un casino online chileno será ahora mucho más seguro. Podremos solicitar la autoexclusión del juego siempre que lo consideremos necesario, y tendremos además la posibilidad de acudir a la SCJ en caso de que nuestro casino online incurra en algún tipo de incumplimiento de sus términos.
Sin embargo, debemos seguir teniendo presente que nosotros mismos somos la instancia más relevante a la hora de jugar con responsabilidad. Por eso debemos hacer todo lo posible para ser fieles a nuestros propios límites con respecto al juego. Aquí es donde tenemos que establecernos presupuestos estrictos, y asegurarnos de afrontar el juego online como un simple entretenimiento: nunca como una fuente de ingresos.
